¿Alguien sabe cómo huele el pan recién hecho? En el siglo XXI comemos algo parecido al pan, comestible durante no más de veinticuatro horas. Lo guardamos en el congelador, incluso con el chorizo dentro -qué crueldad congelar un embutido- para tener el bocata listo en un santiamén. Nuestros panaderos ya no sacrifican horas de sueño para ofrecernos un pan crujiente sin trampa ni cartón: hornean precongelados, preamasados y precocidos que están listos para vender en poco menos de una hora. Vivimos instalados en una cultura "exprés", todo rápido, cómodo y ¿bueno?
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